En 1970, ante la incierta resaca dejada por el ciclo de protestas que hab铆a sacudido Occidente en 1968, Richard Sennett rastre贸 los or铆genes de este malestar hasta las ciudades modernas en que moraban quienes lo padec铆an. Ser铆a as铆 como dar铆a con el que ser铆a uno de los principios rectores de todo su trabajo posterior: frente al af谩n regulador que hab铆a caracterizado toda la historia del urbanismo, la aut茅ntica riqueza de las ciudades resid铆a precisamente en el car谩cter ca贸tico e incierto de su naturaleza desordenada, y solo las formas urbanas que fomentasen esta espontaneidad ser铆an capaces de generar una comunidad pol铆tica abierta, libre y vibrante. Cincuenta a帽os despu茅s de su publicaci贸n, “Los usos del desorden” sigue siendo un texto fundamental para comprender la influencia que los espacios que habitamos ejercen sobre nuestro desarrollo personal y social, pero sobre todo para encontrar las v铆as por las que escapar de sus peligros reivindicando los efectos positivos que ciertas formas virtuosas de desorden pueden tener en nuestras vidas.
Pr贸logo de Pablo Sendra